Existen infinitas perspectivas para un mismo hecho, pero todas, de una u otra forma, desembocan en la realidad única. Ayer, a las 11 de la noche, partió en el viaje de su alma de retorno al todo, al Universo, al seno de Dios, Teodoro Londner, el fundador de Esencias Vibracionales Londner´s y FULTENA. Tal vez no todos recuerden que fue Teodoro Londner, junto con nuestra madre Nélida Alvarez (q.e.p.d), y Daniel Cabello (q.e.p.d), dueño en aquel entonces de la mítica Farmacia Hahnemann, quienes trajeron a la Argentina en forma masiva las Flores de Bach, dando el puntapié inicial a un cambio en la visión de la salud que desde entonces no ha parado de crecer. Todos ellos pacientemente nos enseñaron y nos prepararon en este camino que hoy compartimos, cuando aún no éramos muy conscientes de la enorme responsabilidad que estaríamos asumiendo, cuando veíamos esta misión, este milagro, como un simple "trabajo".
Como padre, nos enseñó un camino de vida que incluyó principalmente valores: optimismo, dignidad, consideración por los demás, y sobre todo amor.
Como fundador de este proyecto, abrió la puerta para nosotros (y para millones de personas), hacia otra realidad: una forma de ver la salud desde el interior. También nos brindó la visión para llevar las Terapias Naturales a todas las casas del mundo, amplificando nuestra capacidad de logro y exigiéndonos algo simple: dar lo mejor en cada momento.
Y nos dejó mucho más que un legado, nos dejó unas lentes para ver el mundo con optimismo, ese derroche de entusiasmo incansable que lo tuvo trabajando, emprendiendo hasta el último día, y planificando hasta mucho más allá de su partida.
Este es un breve homenaje a quien nos brindó el regalo de la vida, y lo nutrió siempre con amor y aprendizaje. ¡¡¡GRACIAS!!!
Las almas de los que vivimos en el amor son inseparables, así que esto no es una despedida, papá: es adiós y hola al que empezó todo, es un abrazo que no tiene fin.
Eduardo y Marcelo Londner
Junio, 21, 2008
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