Me conformaría con aprender yo mismo a no destruir el entorno. En todo momento trato de llevar luz a mi conciencia, intentando que mis pasos dejen huellas cada vez más sutiles. Esto permite que la naturaleza se recree.
¿Podemos apagar esa luz que no usamos? ¿Podemos cerrar la canilla un poco antes? ¿Y si tiramos menos basura? ¿Cómo sería utilizar dos veces, o tres, o más cada hoja de papel antes de deshecharla?
Aunque creo que sólo podemos salvar al mundo nutriendo la llama de nuestro propio amor y elevando nuestra conciencia me gusta plantar semillas en aquellas propuestas que consideran a los ambientes naturales como seres vivos, o que intentan señalar que somos uno con el mundo.
Por eso les propongo ver este video de Greenpeace y sacar sus conclusiones.
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