Un abrazo al infinito

Cuando me llamó Ceci, una amiga de siglos con la que coincidimos en la fecha de nacimiento, y me contó que su mamá, Marta Susana Fleischer, había partido a la eternidad, mi corazón no sintió tristeza, sintió amor. Ese amor infinito que contagian los seres tan especiales como Marta, que llevó durante toda su vida la bandera del amor por una forma de vida diferente, un camino que compartimos y que ahora estamos más responsablemente obligados (desde el afecto) a continuar.
Sus publicaciones sobre estilo de vida naturista son conocidas y reconocidas, y su periódico Convivir, un ejemplo de dignidad, calidad, integridad, palabras que aunque sean distraídamente olvidados en muchos lugares, ellas (y aquí sumo a Ceci), llevan (porque no hay pasado en la eternidad) a niveles de excelencia.
Es un placer haber compartido, un poco desde lejos, la impecable trayectoria de Marta. Pero se multiplica al recordar las veces que nos vimos, porque los encuentros significativos quedan grabados para siempre en la memoria. Y ella con una simplicidad profunda, como todos los que saben lo que saben, siempre regalaba una palabra justa, una sonrisa, el brillo de su sola presencia. Todo adornado con su mágica poesía, de la cual hoy les regalo un breve fragmento:

Magia, pasión y risas
Que no te importe
lo que digan
vos probá
ponerle a tu vida
magia, pasión y risas
y después
observá los resultados.
(Marta Susana Fleischer)

Seguiremos encontrándonos en las páginas de tu periódico Convivir, del que nos sentimos parte.Seguiremos compartiendo con Ceci y todos los que tuvieron el honor de conocerte, el amor por la vida, que es el amor por vos...

Eduardo Londner
09 de Marzo del 2012