Los animales de poder nos enseñan virtudes, cualidades, estrategias, pero también nos proponen una comunicación con una parte de nuestro ser que permanece reprimida desde el corte evolutivo que nos separó casi totalmente de la naturaleza. El inicio del trabajo interior con las esencias chamánicas puede hacer que las personas recuperen la afición por acampar, pasar tiempo al aire libre, y se conecten con esa naturaleza externa. Pero también puede suceder que sueñen más, acontecimientos simples o no tomen una nueva dimensión de significado (la segunda atención). Y muchos otros empiezan a actuar y reaccionar en una forma diferente, más fluida, más natural, más alejada de los roles fijos que solemos imponernos.
Tomar las esencias por sí solas produce una modificación, pero acompañarlas por un trabajo de atraer deliberadamente estas fuerzas a la conciencia nos vuelve más "poderosos" en el sentido "chamánico" de la palabra. No más agresivos ni avasalladores, sino más alertas.
Un caso para compartir:
Una persona tuvo un sueño en el que un perro era atacado por serpientes. Debajo de la superficie había un cocodrilo. Al despertar, recordó el sueño y se hizo un preparado con Serpiente y Cocodrilo. Sin intentar interpretar demasiado el sueño. En las semanas siguientes recibió ataques malintencionados de gente con la que compartía unos negocios, pero con su nuevo estado de conciencia reaccionó en una forma diferente a como lo hubiera hecho en otro momento. En lugar de defenderse o contraatacar, comenzó a preguntar a esas personas por qué habían decidido perjudicarlo. Llegando al origen, a la causa del malestar, disolviendo la desconfianza, consiguió trasmutar el veneno y transformar los ataques en una relación renovada.
Nota: Ya está todo listo para recibir a Daniel Maple (USA), quien vendrá a compartir su desarrollo de las Esencias Chamánicas. Si quiere saber más sobre el evento, haga click aquí
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